Llega la recta final del colegio para nuestros hijos, el último empujón antes de empezar las vacaciones, bien merecidas después de un año repleto de estudios y exámenes. Pero quizá su rendimiento escolar no ha sido el esperado. ¿Te has parado a pensar que si tu hijo no rinde en el colegio podría ser debido a una mala visión?
Síntomas a los que prestar atención si tu hijo no rinde en el colegio
Está demostrado que los problemas visuales en niños afectan directamente a su rendimiento escolar y, en muchos casos, ni los padres ni los propios profesores perciben a tiempo estos trastornos. Si tu hijo no rinde en el colegio es conveniente prestar atención a los síntomas más frecuentes de problemas visuales en niños en edad escolar, como el dolor de cabeza, guiños constantes, enrojecimiento ocular y falta de atención. Es frecuente por tanto que el niño no mantenga la constancia necesaria y abandone sus tareas antes de tiempo, perdiendo paulatinamente el placer por el estudio y la lectura, disminuyendo así su rendimiento escolar.
Los primeros años de vida son fundamentales para un correcto desarrollo visual, y por tanto social y educacional. Es durante la etapa escolar, a partir de los 5 o 6 años, y en la adolescencia, cuando aumentan las exigencias visuales. Ya que no basta con tener una buena agudeza visual, sino que cobran igual de importancia la percepción y la memoria visual. Hoy en día, además, los niños realizan mayores esfuerzos visuales que nunca: tablets, ordenadores, móviles, unido ello a que se ha reducido la vida al aire libre.
Problemas de visión más comunes
Dentro de los trastornos más habituales, hay que destacar la miopía. Estudios recientes ponen de manifiesto que en el año 2050 más de la mitad de la población será miope. Por eso es tan importante detectarla y tratarla en edades tempranas, sobre todo en niños con edades comprendidas entre los 7 y los 17 años (esos diez años son la única posibilidad de intervenir en este proceso). Una de las consecuencias más molestas de la miopía, aparte de los efectos en la salud visual del niño, es la restricción en su actividad diaria y la dependencia de medios de corrección visual. El uso de gafas o lentillas, a pesar de corregir la visión, no permite practicar muchas actividades necesarias para el desarrollo del niño, como jugar, tener una vida activa o la práctica de muchos deportes y, sobre todo, no tienen ningún efecto preventivo.
Prevención de la miopía y Orto K
La ortoqueratología (Orto K), es el método no farmacológico más eficaz para el control de la miopía en niños y adolescentes, al ralentizar su crecimiento (en torno al 40%). Esta función preventiva es fundamental para evitar que la miopía del niño aumente excesivamente o derive en una miopía magna. Orto K consiste en el uso de lentillas a medida que se usan exclusivamente durante el sueño y corrigen miopía, hipermetropía y astigmatismo. Puede utilizarse desde los 6 años de edad y, al emplearse en el momento de ir a dormir y despertar, puede ser siempre supervisado por los padres e integrarse fácilmente en la rutina familiar.
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