Después del verano comienza la ´puesta a punto´ para la vuelta al cole. Mochilas, libros, material escolar… Pero en ocasiones olvidamos lo más importante: revisar la salud visual. Según los expertos, el 80% del aprendizaje hasta los 12 años llega a través de los ojos. Por esta razón, ver bien es clave para garantizar un correcto desarrollo y un buen rendimiento escolar. Si además tenemos en cuenta que cada vez el uso de dispositivos electrónicos se produce a una edad más temprana y el tiempo al aire libre se ha reducido, un control de la visión se convierte aún más imprescindible a la hora de garantizar una buena salud visual.
¿Por qué es importante revisar la visión de tus hijos anualmente?
Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, el 19% de los niños residentes en España de entre 5 y 7 años padece miopía y se estima que para 2030 esta cifra alcance el 30,2% si continúa el ritmo de crecimiento ¿Cómo evitarlo? En este sentido la prevención desempeña un papel fundamental y solo es posible con una revisión anual. En este sentido, los expertos en contactología avanzada de Avanlens afirman que resulta fundamental en un posible tratamiento futuro poder adelantarse a los posibles errores en la refracción, ya que permite empezar antes un tratamiento de manejo de la miopía.
Otro factor en el que es necesario hacer hincapié es la concienciación. Aunque el hecho de que las gafas y lentillas ya estén incluidas como prestaciones de la Seguridad Social, tal y como venían reclamando los expertos en salud visual desde hacía ya algún tiempo, ha sido un avance a este respecto, todavía queda mucho camino que recorrer. Los datos hablan por sí solos y lo cierto es que ocho de cada diez padres de un niño con problemas de visión desconocen que su hijo no ve bien.
Esto se produce porque, en la mayoría de las ocasiones, las patologías oculares pasan desapercibidas durante mucho tiempo porque los niños no se quejan, salvo que les afecte en su actividad diaria, por ejemplo, cuando empiezan el cole y tienen dificultades para leer o ver bien la pizarra. Realizar una revisión anual es la única manera de detectar alteraciones visuales que puedan dejar secuelas irreversibles.
Orto K: prevención, control y corrección
Las lentes Orto K, al utilizarse para dormir, hacen que la capa más externa del ojo se adapte suavemente a la forma de la lente. Este cambio de curvatura que se produce en el ojo apenas es perceptible, no causa ninguna molestia y, sin embargo, es suficiente para que tras horas de sueño el ojo se haya adaptado perfectamente. De esta manera, permite que durante el día un niño pueda tener una visión totalmente normal, a la vez que previene el aumento de su miopía.
Para la Asociación Española de Optometristas, estas lentillas pijama son el medio no invasivo más indicado para desacelerar la progresión de la miopía y otras patologías visuales en niños en edad escolar. La razón es que, cuando se aplica este tipo de tratamiento en un ojo aún en desarrollo, el desenfoque periférico que genera el moldeo disminuye el estímulo para el crecimiento axial del ojo que conlleva el aumento de la miopía. Es decir, con el uso de este tipo de lentes se puede llegar a corregir o reducir el aumento de la miopía. En el caso de la hipermetropía en adultos, se puede corregir entre 0,5 y 4 dioptrías.
Vuelta al cole con la seguridad de ver correctamente
Por otro lado, numerosos estudios han reportado que la Ortoqueratología es el único método seguro, eficaz y predecible que sirve para frenar el avance de la miopía cuando se aplica en niños con edades entre los 6 y los 8 años. A estas edades, prevenir el aumento del valor miópico se convierte en una prioridad adicional, por eso cada vez más padres recurren a las lentes Orto K a la hora de cuidar de la salud visual de sus hijos.
Si estas razones todavía no te resultan suficientes para apostar por este método tres en uno, tienes que saber que los padres que optan por el control de la miopía con el uso de Lentes Orto K están abordando el problema de visión de sus hijos desde la prevención pero, además, según la Investigation of the Effect of Orthokeratology Lenses on Quality of Life and Behaviors of Children “las lentes Orto K tienen un buen efecto en la calidad de vida, el comportamiento y la psicología de los niños. Los niños que usaban lentes tenían más confianza en sí mismos, estaban más dispuestos a probar cosas nuevas y eran más activos en la participación en deportes y entretenimiento, lo que resultó en una tendencia creciente en el tiempo total dedicado a actividades al aire libre”.
Para resolver cualquier duda y ver cuál es el mejor tratamiento para que tu hijo comience la vuelta al cole con una buena salud visual, ponte en contacto con Avanlens, especialistas en Orto K y contactología avanzada.