El verano es uno de los momentos del año en el que más desplazamientos se producen con la Operación Salida. Aunque la puesta a punto del vehículo antes de emprender el viaje suele ser una rutina que todos los conductores siguen, no sucede lo mismo cuando se trata de la salud visual.
Tal y como ya adelantamos en el post sobre visión y conducción, cerca de 600.000 españoles conducen con una agudeza visual inferior a lo obligado por la Ley y 7 millones de conductores padecen, mínimo, una deficiencia visual que afecta a la conducción.
A estos datos extraídos del estudio “La Salud Visual de los Conductores en España”, realizado por la Asociación Visión y Vida, la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa y la Universitat Politècnica de Catalunya, hay que añadir las preocupantes cifras que se desprenden del informe “In Vivo” realizado por Essilor, la Fundación Española para la Seguridad Vial y el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universitat de Valencia, en colaboración con Cepsa.
Según este informe, cerca de ocho millones de conductores en España circulan sin ver con nitidez las señales o marcas viales y tienen dificultades para calcular las distancias de seguridad y la velocidad de otros vehículos. Como consecuencia, presentan alteraciones en los tiempos de reacción y esto puede influir crucialmente en la toma de decisiones en la carretera.
Al volante en verano
La Dirección General de Tráfico prevé aproximadamente 90 millones de desplazamientos durante este verano. La operación salida dio el pistoletazo hace apenas unos días con el comienzo del mes de julio, mes en el que la DGT estima que habrá 43 millones de movimientos, y cerca de 47 para agosto. Además, se dan otra serie de circunstancias que también deben ser tenidas en cuenta y que son las siguientes:
- No sólo aumentan el número de desplazamientos de largo recorrido, sino que también hay más movimientos, especialmente, durante los fines de semana.
- Hay mayor presencia de vehículos de matrícula extranjera que circulan hacia los puestos fronterizos de sus países de origen dentro de la Operación Tránsito.
- Se incrementa el número de actividades deportivas que utilizan las carreteras para su desarrollo y que pueden requerir medidas complementarias de circulación.
Si a esta situación sumas las altas temperaturas, el cansancio u otros factores de riesgo a la hora de ponerse al volante, cuidar de la salud visual se hace aún más imprescindible. Según la OMS, más de un millón de personas mueren al año en todo el mundo a causa de un accidente de tráfico. Si tenemos en cuenta que el 80% de los trastornos visuales se pueden prevenir o curar, muchas de estas muertes podrían evitarse.
Seguridad vial y buena visión
Los problemas visuales más comunes (miopía o hipermetropía) afectan a la capacidad de adaptación y reacción en situaciones como el amanecer, el atardecer o momentos en los que el cambio de iluminación es brusco tales como entradas y salidas de túneles o conducción nocturna en carreteras de doble sentido.
De hecho, según “In Vivo”, los accidentes de tráfico nocturnos son los que presentan una letalidad más elevada. Tal y como afirma Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universitat de Valencia, “la conducción nocturna con mala visión es un claro riesgo ya que reduce la agudeza visual en un 70% y la capacidad de profundidad puede llegar a ser siete veces menor”.
Por otro lado, según los últimos estudios, al 40% de los conductores no les resulta seguro conducir de noche. Además de la miopía nocturna que produce dilatación en las pupilas, provocando pequeños cambios refractivos, los principales motivos de inseguridad son la pérdida de capacidad visual, visibilidad borrosa y mayor deslumbramiento.
En lo referente al deslumbramiento producido por otro vehículo, el informe ha evidenciado que el 32,6% lo padece con bastante frecuencia y que el 44% tarda más de 20 segundos en volver a recuperar la visión central. Ante esta situación, los expertos recuerdan que a 120 km/h un tiempo de recuperación tan sólo de 5 segundos significa recorrer 170 metros sin una visión correcta.
Los conductores con mala visión tienen tres veces más accidentes que el resto de conductores. Este dato pone de manifiesto la estrecha relación entre seguridad vial y buena visión. Según la Dirección General de Tráfico entre el 1 y el 5% de los accidentes de tráfico cuyas causas no son médicas pueden tener su origen en trastornos de la visión. Revisar tu vista a tiempo, especialmente, si vas a realizar un desplazamiento de largo recorrido en carretera, puede evitar poner en peligro tu vida y las de otros conductores.