El miedo a operarse la vista es habitual entre quienes valoran la posibilidad de una cirugía refractiva. A pesar de que esta no es una solución definitiva y la miopía puede aparecer de nuevo, en España se producen aproximadamente 180.000 (1) operaciones al año, situándose como el país de Europa con mayor número de intervenciones. Pero, ¿qué sucede si padeces tomofobia o si la cirugía refractiva está contraindicada en tu caso?
Tomofobia: qué es el miedo a operarse la vista y qué hacer si tienes defectos visuales
Existe un miedo a operarse la vista racional, que todo el mundo padece cuando sabe que tiene que pasar por quirófano, pero cuando hablamos de un temor intenso que se produce incluso ante la idea de someterse a una intervención sencilla, que apenas supone un riesgo, entonces se trata de tomofobia. Las personas que sufren este tipo de miedo, desarrollan diferentes síntomas, tanto a nivel cognitivo como físico. Ansiedad, pensamientos catastrofistas (2), vómitos, sensación de ahogo, hiperactivación…
Operarse de los ojos no significa un adiós definitivo a las lentillas o las gafas. De hecho, según el Instituto de Óptica de la Universidad de Valladolid, el 60% de los pacientes sometidos a cirugía refractiva tienen que volver a utilizar gafas para corregir la presbicia a partir de los 40 (3). Aunque es cierto que en los últimos años el número de personas que deciden pasar por quirófano ha aumentado, es una alternativa no reversible que, además, no es válida para todos los pacientes.
Una de las principales razones por las que la tomofobia es protagonista cuando se trata de una operación de la vista es porque hay que tener en cuenta que los ojos son los responsables de recibir el 80% de la información y, a veces, después de haber pasado por quirófano, no sólo tienes que utilizar gafas de nuevo, sino que también puedes desarrollar síndrome del ojo seco crónico o sufrir deslumbramientos que te impidan, por ejemplo, conducir de noche. Entonces, ¿qué otras soluciones hay?
Tratamientos Alternativos a la Cirugía Refractiva
Gafas y Lentillas
Son las alternativas a la cirugía refractiva más conocidas, pero no son ni las más cómodas ni las más estéticas. De hecho, las gafas, aunque son el método más utilizado y más seguro para corregir cualquier patología visual, suponen una gran limitación para pacientes que practican deportes de contacto, natación o cualquier actividad para la que sea necesario prescindir de ellas. Además, también entran en juego otros aspectos relacionados con el físico o la estética que para algunas personas son muy importantes. Si hablamos de las lentes de contacto tradicionales, a diferencia de las gafas, proporcionan un importante beneficio visual y mayor comodidad, pero su uso conlleva una serie de cuidados de higiene que, si no se realizan correctamente, pueden suponer un riesgo para la salud visual, derivado en complicaciones oculares.
Lentillas Nocturnas
Las lentillas para dormir, también conocidas como lentes Orto K, fueron descubiertas en los años 60 y alcanzaron su punto más álgido en la década de los 90 con los avances tecnológicos. Estas lentes, se utilizan exclusivamente por la noche para que la córnea se adapte a la nueva curvatura mientras el ojo descansa. Tienen un diseño exclusivo para cada paciente y permiten eliminar el uso de lentes de contacto tradicionales o gafas durante el día. En países como Italia y Holanda ya suman más de 72.000 usuarios. Se recomienda el uso de las lentillas nocturnas a personas que, bien por su profesión, hobbies o estilo de vida, sienten que las gafas o lentes tradicionales limitan su día a día. Suele prescribirse para miopías leves o moderadas o en caso de astigmatismo corneal de hasta 1.50 dioptrías. Actualmente, con los nuevos diseños disponibles se pueden corregir miopías más altas (-7.00 D) y astigmatismos corneales de hasta -4.00 D, además de algunos casos de hipermetropías en adultos de hasta +4.00 D.
El número de usuarios de lentes Orto K va en aumento, sobre todo, si sufren tomofobia o la cirugía refractiva está contraindicada como el caso de embarazadas o jóvenes cuya miopía aún no se ha estabilizado. Además, la ortoqueratología está ganando el favor de miles de padres de niños miopes porque es el único método no invasivo que consigue ralentizar el aumento de la miopía en un 32-63%. No sólo sustituye al uso de gafas o lentillas convencionales, sino que además es un eficaz método de control de la miopía.
Si eres joven con patologías visuales que aún no se han estabilizado, tienes niños mayores de seis años con defectos refractivos que pueden afectar a su desarrollo, si tienes glaucoma o te da miedo operarte de los ojos, la ortoqueratología es el único tratamiento no invasivo y reversible que puede ayudarte a ti o a tu familia a resolver los defectos de refracción.
Si desconoces cuál es el tratamiento que más te conviene o te gustaría saber si las lentillas nocturnas son las más indicadas para cuidar de tu salud visual o la de los tuyos, lo más recomendable es acudir a una clínica de confianza y ponerse en manos los mejores profesionales en salud visual. Laura Bartes Doctora en Optometría y Visión en Avanlens, recomienda acudir a un experto antes de decidirse por un tratamiento porque es importante “considerar todos los factores, además del historial médico, y establecer la solución más adecuada para cada paciente. Nosotros te proporcionaremos un estudio personalizado que te ayudará a tomar la decisión más idónea para ti y podrás conocer de primera mano cuáles son las soluciones alternativas a la cirugía refractiva si tienes defectos visuales y padeces tomofobia”.
(1). https://es.statista.com/estadisticas/958274/numero-de-intervenciones-de-cirugia-refractiva-realizadas-en-paises-de-europa/ (2). American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
(3). Declaraciones del Instituto de Óptica de la Universidad de Valladolid, recogidas en el documental de TVE, (Mayo 2009). Miopía de Ida y de Vuelta.