Más que la edad, es una cuestión de personalidad. Por lo general, si un niño acepta la responsabilidad de forma voluntaria, es disciplinado con sus rutinas y cumple con las normas básicas de higiene personal sin necesidad de recordárselas a diario, es con seguridad un candidato adecuado para llevar lentes de contacto.
Niños y lentillas: consejos para padres
Desde Avanlens, centro especializado en contactología avanzada, recomiendan no dejar que los miedos condicionen la decisión de utilizar lentillas, asegurarse siempre de que las manos estén limpias antes de la manipulación y buscar siempre qué es lo mejor para los niños, en función de sus necesidades visuales, su actividad diaria y, en definitiva, su estilo de vida. También evitar el uso de las lentillas en la piscina o en la playa. El agua o la arena pueden incorporar microorganismos que fomenten el riesgo de infecciones. En el caso de las lentes Orto K, estos riesgos no existen, ya que solo se utilizan mientras se duerme.
Las lentes Orto K resultan un método muy cómodo para disfrutar en libertad de cualquier movimiento o actividad. Además, evitan los problemas estéticos, las pérdidas y también las roturas, muy típicas en edades tempranas. Están recomendadas a partir de los seis años.
Para especialidades contactológicas como Orto K, lentes esclerales o queratocono es importante acudir a expertos cualificados. Los interesados que vivan en la capital o en otras ciudades próximas a ella como Toledo, Segovia, Valladolid o Salamanca pueden llamar a Avanlens Centro de Contactología Avanzada y solicitar su cita sin compromiso. Si quieres saber más, pincha aquí