Las aulas ya han vuelto a abrir sus puertas aunque la enseñanza a distancia sigue estando muy presente. Adaptarse a las nuevas medidas y protocolos de seguridad, a las clases online, a la semipresencialidad y, en definitiva, a este nuevo entorno en continuo cambio, es igual de importante que tener una correcta ergonomía visual.
¿Qué es la Ergonomía Visual?
La palabra “ergonomía” viene del griego “ergon” que significa trabajo y “nomos” (regla, ley). Podría definirse como el conjunto de normas que se adaptan para evitar distintas patologías que pueden llegar a afectar a la salud. En el caso de la ergonomía visual, nos referimos a la postura, iluminación o al uso de las compensaciones ópticas en relación a la distancia a la que se esté mirando. El objetivo es tener una correcta ergonomía visual para evitar posibles problemas oculares.
En tiempos de Covid ha habido que adaptar la ergonomía visual en el entorno laboral, por ejemplo, al pasar mucho más tiempo en casa, y también ha sucedido lo mismo en el ámbito de la educación. Además de la doble condena a la que se ven sometidos los niños con la disminución de las horas dedicadas a actividades al aire libre, también hay que sumarle el aumento de horas frente a las pantallas.
Diferentes estudios han demostrado que la introducción de los dispositivos electrónicos en edades tempranas y el uso abusivo de ellos provocan déficit de atención y afectan al desarrollo cerebral de los niños, por no hablar de los problemas visuales. Si bien es cierto que la tecnología hace posible que los niños y adolescentes puedan seguir aprendiendo y realizando sus tareas, es importante hacer un buen uso de ella.
Recomendaciones para un Buen Rendimiento Visual
Guardar la distancia recomendada para leer
Según los expertos en salud visual, la distancia ideal entre un libro y los ojos debe ser de entre 35 y 40 centímetros. Lo mismo sucede si se trata de una tablet o cualquier dispositivo digital. En el caso del ordenador, la distancia recomendada debe ser de 50 centímetros.
Una buena postura
Antes de comenzar a estudiar hay que regular la altura de la silla y de la mesa. Los pies deben estar ambos apoyados en el suelo. La espalda debe permanecer recta al estudiar, con los hombros relajados y los brazos paralelos a la mesa con las muñecas rectas. El monitor o la Tablet deben estar a la altura de la cabeza a fin de que el cuello no se tense.
Determinadas posturas de los hombros, las muñecas y la columna cervical están directamente relacionadas con el dolor agudo de cuello, tendinitis y lumbalgia. Según un estudio publicado en 2006, una posición de flexión de 30 grados de la espalda durante cinco horas produce síntomas de dolor agudo, si esta flexión es mayor, en tres horas produce los mismos síntomas. Por eso es importante corregir los malos hábitos de tus hijos para mejorar su rendimiento escolar.
La lectura, con los ojos
Parece algo muy obvio, pero muchos niños, sobre todo cuando están empezando a leer entre los 5 y 6 años, leen moviendo no sólo los ojos, sino también la cabeza. Aunque al principio es algo habitual, sí es importante observarlo porque si este gesto perdura en el tiempo, puede ser indicativo de algún problema visual.
La vista necesita descansar
El oftalmólogo Jeffrey Ashel creó la regla del 20-20-20 que consiste en descansar cada 20 minutos durante 20 segundos, intentado enfocar la mirada en un objeto que se encuentre a unos seis metros aproximadamente de distancia. De esta manera, consigues relajar la acomodación del ojo, aumentas el parpadeo y reduces los síntomas del esfuerzo ocular.
Según la American Academy of Ophthalmology esta regla reduce de forma significativa la fatiga visual. De hecho, según un estudio publicado en la revista Nepalese Journal of Ophthalmology en el que participaron cerca de 800 estudiantes, aquellos que se enfocaban periódicamente en objetos distantes mientras usaban el ordenador tenían menos fatiga ocular, visión borrosa u ojos secos y llorosos.
Además, los expertos en salud visual también recomiendan no permanecer sentados más de una hora y hacer descansos para caminar.
Parpadear
Acordarse de parpadear de forma periódica fomenta la producción de lágrimas y previene los síntomas de ojo seco o picor de ojos y enrojecimiento.
Controlar el tiempo de exposición
Cuando se trata de las pantallas y otros dispositivos electrónicos es recomendable reducir el tiempo de exposición máximo a una hora diaria y evitar su uso durante las comidas y, especialmente, antes de ir a dormir ya que pueden ocasionar problemas para conciliar el sueño.
Iluminación Adecuada
La clave es disponer de la iluminación del techo -que en ningún caso debe incidir justo encima nuestro- y, otra luz accesoria de un lado. Siempre que sea posible, de luz blanca-amarillenta y nunca dirigida directamente a los ojos. Es importante evitar que la luz de la habitación se refleje en la pantalla, mejor que incida desde un lateral, impidiendo que esté justamente detrás o de frente y aparezcan sombras o deslumbre.
Cómo Detectar Patologías Visuales
Existen algunos signos que pueden ayudar a padres o personal docente a detectar si los niños tienen alguna dificultad visual:
- Se acerca mucho a la pizarra.
- Tuerce la cabeza al escribir.
- Se salta algún renglón al leer.
- Guiña excesivamente los ojos.
- Padece dolores de cabeza repentinos.
- Tiene problemas para concentrarse
- Existe una relación desproporcionada entre esfuerzo y resultados académicos.
La ergonomía visual es clave para evitar patologías oculares que pueden afectar al desarrollo de los más pequeños. Independientemente de cómo sea la enseñanza, es importante cuidar de la postura, la iluminación y otros factores que influyen directamente en la salud de los ojos. Si quieres controlar el aumento de su miopía, no sabes si sus problemas para leer se deben a una patología visual o tienes cualquier otra duda, lo mejor es que acudas a un especialista en oftalmología pediátrica.