Las lentes de contacto son una de las opciones más utilizadas por los pacientes que padecen algún defecto refractivo, sin embargo, no todos los usuarios están plenamente satisfechos con esta alternativa. Uno de los principales inconvenientes surge a la hora de saber cómo ponerte las lentillas.
Cómo Ponerte las Lentillas: los Errores Más Típicos
Dormir con las Lentes Puestas
Acostarse sin haber retirado las lentes de contacto tradicionales del ojo es uno de los errores más habituales. Es importante dejar la pereza a un lado y evitar hacer sufrir a la córnea. Cuando duermes con las lentillas puestas, evitas que esta membrana reciba el oxígeno necesario. Además, al cerrar los párpados, se incrementa este efecto barrera y pueden aparecer irritaciones o infecciones como la queratitis.
Guardarlas en otro Líquido
A veces sucede que no tienes a mano tu estuche para guardar las lentillas o has olvidado tu solución líquida. En este caso, evita utilizar agua, saliva o cualquier otra sustancia que no sea específica para el cuidado de las lentillas. No sólo puede contener cientos de bacterias, sino que incluso puede suceder que después ni siquiera sea posible volver a colocar las lentes en el ojo.
Descuidar la Higiene
No sólo se trata de lavarse las manos antes de manipular las lentes de contacto, también es importante tener en cuenta una serie de cuidados:
- Hay que prestar atención a cualquier agente externo que pueda contaminar las lentillas como el maquillaje, delineador de ojos, cremas, rímel, etc. Lo recomendable es utilizar estos productos una vez las lentillas estén colocadas.
- También es importante tomar precauciones con el estuche donde se guardan. Es preferible que éste se encuentre siempre en una superficie lisa para evitar que agentes contaminantes puedan depositarse dentro de manera accidental. En ocasiones, puede suceder que la solución líquida que contiene se cristalice, llegando a dañar la lentilla. Para impedir que esto suceda, enjuagarlo regularmente con agua y dejarlo secar boca abajo, es la mejor opción. Además, los estuches deben ser reemplazados periódicamente.
- Recuerda que las soluciones líquidas para lentillas suelen tener una duración máxima de tres meses una vez abiertas. Deberás sustituirlas 4-5 veces al año.
Ponerse las Lentillas al Revés
Es cierto que esto sólo puede suceder con las lentes blandas, pero a veces, también ocurre. Por ejemplo, cuando se han transportado en el estuche y éstas han podido girarse fruto del movimiento. Cuando esto sucede puedes tener visión borrosa o molestias. Antes de introducirlas en el ojo, sitúa la lentilla en la punta del dedo índice y acércala a tu rostro. Sabrás si está colocada de la manera correcta si tiene una forma ovalada, un poco plana. Si por el contrario tiene más bien forma de “v”, entonces es probable que se encuentre al revés.
Frotarse los Ojos
Especialmente si es la primera vez que se utilizan, pueden ocasionar algún tipo de incomodidad o molestia hasta que el ojo se adapte a ellas. En ningún caso, deben frotarse los ojos cuando esto suceda ya que sin querer puedes introducir algo de suciedad y causar una úlcera.
Consejos Antes de Ponerte las Lentillas
- Lávate bien las manos y sécalas antes de manipularlas. Es la mejor manera de evitar cualquier infección.
- No te pongas tus lentes de contacto nada más levantarte. Según los expertos en salud visual, lo más recomendable es permitir que el ojo se adapte a la luz unos minutos antes de utilizarlas.
- Evita ponértelas aquellos días en los que hayas dormido muy poco. Es importante que los ojos estén descansados.
- No intentes alargar la vida útil de las lentillas. Las lentes de contacto tradicionales tienen una fecha de caducidad. Esto significa que cada lente dispone de una serie de poros que permiten transpirar el ojo. Pasado este tiempo, estos poros se van cerrando y utilizar las lentillas cuando esto sucede puede acarrear consecuencias graves para la salud visual.
Trucos para Ponerte las Lentillas Bien
- Empieza siempre por el mismo ojo. Es la mejor manera de evitar que te equivoques con la graduación.
- Coloca las lentillas cuando la lubricación del ojo sea la adecuada. Si está demasiado seco, utiliza lágrima artificial o vuelve a introducir la lente en la solución líquida.
- Abre el párpado con los dedos. Coloca la lentilla en el dedo índice de la mano que te resulte más cómoda y con el dedo corazón, baja el párpado inferior. Con el dedo índice de la mano contraria, abre el párpado superior desde la base de las pestañas (no desde la ceja). De esta manera, abrirás el ojo lo suficiente para poder colocar la lentilla de forma correcta. Para poner cada lentilla, mira hacia arriba mientras la vas acercando con el dedo y la colocas en la córnea. Luego, solo tendrás que ir soltando tus párpados con cuidado y cerrar el ojo mientras le das tiempo para que se quede en el lugar correcto.
¿Y qué Sucede con las Lentes Orto K?
La ortoqueratología o lentes orto K, consiste en un tratamiento que moldea la córnea con unas lentillas que se utilizan exclusivamente por la noche y que permite eliminar el uso de gafas o lentillas durante el día. Son muy aconsejables para personas que requieren una visión perfecta debido a su profesión, deportistas o personas con una vida muy activa que sienten que las gafas o las lentes de contacto tradicionales limitan su día a día. También pueden utilizarlas los niños a partir de los 6 años. En este caso, necesitarían la supervisión de un adulto y, por lo que respecta a los cuidados, deben ser los mismos que los de unas lentes de contacto tradicionales en lo que se refiere a la higiene.
Si tienes cualquier duda sobre cómo ponerte las lentillas o quieres saber cuál es el método que mejor se adapta a ti, acude a tu oftalmólogo u optometrista de confianza para que te ayude a elegir la alternativa más cómoda en tu caso.