Existen muchos factores que inciden en el aumento de la miopía infantil. Existen factores como los genéticos, el número de horas que pasan delante de las pantallas (ordenador, tablet o móvil), la lectura prolongada o una mayor presión académica. De hecho, las cifras de miopía en los niños y los jóvenes son alarmantes: casi la mitad de los menores de 35 años en Europa es miope.
Pero existe una causa de gran peso, y que en esta época del año nos afecta todavía más: la disminución del número de horas que los niños pasan al aire libre. Si la tendencia es que cada vez se pasa más tiempo en casa, ahora que llega el invierno las horas en espacios abiertos se reducen todavía más. El frío y el hecho de que oscurezca antes no ayudan en absoluto. Estos estudios han concluido que los niños y adolescentes que pasan menos tiempo al aire libre tienen mayor riesgo de desarrollar miopía. A esto hay que añadir que en invierno la miopía infantil aumenta considerablemente más que en verano.
La miopía infantil y la actividad al aire libre
Lo que dicen los estudios es que la exposición del ojo a la luz de una cierta intensidad (como la del exterior) reduce el riesgo de desarrollar miopía. La principal hipótesis es que la luz estimula la liberación de dopamina en la retina. Este neurotransmisor a su vez bloquea el alargamiento del ojo que se produce durante el desarrollo (entre los 7 y 17 años de edad aproximadamente).
Es fundamental, por tanto, aprovechar cualquier momento de luz y disfrutar cuantas más horas mejor en espacios exteriores. Los estudios añaden que pasar al menos tres horas al día al aire libre es tiempo suficiente para reducir el riesgo de sufrir miopía. Es fundamental destacar que los niños que presentan miopía a edades tempranas tienen mayores posibilidades de sufrir miopía magna en la edad adulta. Esto multiplica el riesgo de padecer problemas graves de visión como es el desprendimiento de retina. Por tanto, siempre y cuando se pueda retrasar la miopía en los niños pequeños, los beneficios para la salud ocular serán mayores. Además, si a los beneficios que tiene para la vista «no quedarse en casa» añadimos otras ventajas, no hay excusa que valga.