En los últimos años el impacto epidemiológico de la miopía es tal, que ya se ha convertido en un problema de salud pública. Para 2050 afectará al 50% de la población, según la OMS. La detección precoz durante la edad pediátrica, etapa en la que se produce mayor progresión de la miopía, es clave para lograr el éxito de los tratamientos y evitar problemas visuales graves que pueden afectar a la vida diaria, pero, ¿está la sociedad concienciada con este problema?
¿Por qué los niños no llevan gafas?
La realidad es que la mayoría de los niños que necesitan gafas, no las llevan o desconocen que su visión no es la correcta. En algunos casos la principal razón es porque sus padres desconocen que padecen alguna patología. En otros, la causa es que las gafas limitan su libertad de movimiento, además de la cuestión estética o el problema de las pérdidas o roturas. Como conclusión, las gafas no son la alternativa idónea para todos los niños, pero, ¿qué otras opciones existen?
Alternativas a las gafas
Lentillas tradicionales
Muchos padres se preguntan, “¿puede mi hijo llevar lentillas?”. El uso de lentes de contacto en menores es todavía un tema que genera debate. Aunque existe la creencia de que no deben ser utilizadas por los niños, la realidad es que el riesgo de su uso en oftalmología infantil no va más allá de los riesgos a los que se somete un adulto, sobre todo, en lo que se refiere a la manipulación e higiene.
Orto K en Niños
La ortoqueratología consiste en un tratamiento que moldea la córnea con unas lentillas que se utilizan exclusivamente por la noche y que permite eliminar el uso de gafas o lentillas durante el día. También conocida como Orto K, es todavía para muchos una técnica desconocida, pero la realidad es que lleva años utilizándose en todo el mundo.
Las lentes orto K tienen una curvatura interior que está diseñada especialmente a medida para cada paciente. Al utilizarse durante las horas de sueño, la capa más externa del ojo se adapta suavemente a la forma de la lente. Este pequeño cambio de curvatura no causa ninguna sensación molesta diferente a la de una lentilla convencional, sin embargo, es suficiente para que el ojo se haya adaptado a ella y pueda tener una visión totalmente normal. Este efecto dura todo el día y va desapareciendo poco a poco.
Frenar el avance de la miopía con lentes Orto K
Según la Asociación de Optometristas, la ortoqueratología es el método óptico no invasivo más indicado para desacelerar la progresión de la miopía y otros defectos visuales en niños en edad escolar. La razón es que, cuando se aplica este tipo de tratamiento en un ojo aún en desarrollo, el desenfoque periférico que genera el moldeo disminuye el estímulo para el crecimiento axial del ojo que conlleva el aumento de la miopía. Es decir, con el uso de lentes Orto K, se puede llegar o corregir o reducir el aumento de la miopía. En el caso de la hipermetropía puede corregir entre 0,5 y 4 dioptrías en adultos.
Está indicado a partir de los seis años y resulta un método muy práctico para poder disfrutar de la libertad que no aportan las gafas o las lentes de contacto tradicionales. No hay que olvidar que la cirugía refractiva no es posible hasta los 18 o 20 años. Es en este momento cuando la graduación del ojo ya se ha estabilizado. Por otro lado, además del problema estético, las roturas, pérdidas o accidentes que comentábamos al principio, las lentes tradicionales requieren de una disciplina e higiene en su uso para el que los niños no están preparados.
La prevención, clave para combatir la miopía
Según el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas, la mitad de los niños que necesitan corregir su visión no utilizan gafas porque sus padres desconocen el estado de su salud visual. Así ha quedado también de manifiesto en el último estudio presentado por AMIRES (Asociación Miopía Magna con Retinopatías) sobre la prevalencia de la miopía en la población infantil, en concreto, en la ciudad de Madrid.
Por otro lado, tres datos importantes que se extraen del estudio, en el que han participado 2500 niños madrileños entre los 6 y 12 años, durante cuatro años seguidos, y que hay que tener en cuenta son:
- El 41,5% de los niños que necesitan gafas en 6º de primaria no las llevan.
- Mientras que la prevalencia de la miopía en 2º de Educación Primaria fue de 6,5%, en 6º aumento al 18, 7%.
- En cuatro años este resultado se multiplicó por tres.
Conclusiones del estudio
Estos resultados destacan la importancia de la divulgación para que, a partir de los 4/5 años, los niños tengan su primera revisión oftalmológica. La actuación temprana en el control de la miopía es fundamental para evitar su progresión. Además, los expertos en salud visual recomiendan realizar un examen anualmente para evitar lesiones más graves que pueden evitarse.
No podemos olvidar que el 80% de la información que recibe nuestro cerebro, lo hace a través de los ojos. Aprender a cuidar de ellos desde la infancia es fundamental para disfrutar de un estilo de vida saludable. Si necesitas orientación sobre cómo la Orto K puede ayudar a tu hijo en la progresión de su miopía o tiene que pasar la revisión anual correspondiente, ponte en contacto con Avanlens, clínica especializada en contactología avanzada.