La miopía se ha convertido en uno de los grandes desafíos para la salud, convirtiéndose en una epidemia a nivel global. Según el informe “La Prevalencia de la Miopía entre los Jóvenes en España, 2018”, publicado por Visión y Vida, para el 2050 se estima que la mitad de la población sea miope, pero esta situación ¿puede frenarse?
Luz Natural en las Aulas para Combatir la Miopía
Varios estudios han demostrado que la luz natural y el aumento de actividades al aire libre ayuda a combatir la miopía en las aulas. De hecho, es una de las pautas que se contempla dentro del protocolo sobre las “Medidas de Prevención, Higiene y Promoción de la Salud frente a Covid-19 para centros educativos en el curso 2020/2021”. Aumentar las horas que los alumnos pasan al aire libre, además de reducir el riesgo de contagio, también disminuye la incidencia de miopía. Por otro lado, la arquitectura escolar con la incorporación de más aulas con luz natural, es otra de las medidas que también ayudan a frenar la miopía.
Según el investigador y biólogo de la Universidad Nacional de Canberra, Ian Morgan, la principal causa de la miopía obedece a la cantidad de luz solar que recibe el ojo. Otros factores que influyen y que ya mencionamos al hablar de por qué la Generación Z es la más miope son:
- Estilo de Vida Sedentario: la falta de actividades al aire libre está afectando seriamente a su salud visual.
- Horas de Estudio: la miopía aumenta por cada año adicional de estudios, siendo más miopes las personas con mayor nivel de estudios, tal y como asegura el Gutengerg Health Study, de la Facultad de Medicina de Mainz en Alemania.
- Uso de Pantallas Digitales: El uso creciente de dispositivos móviles y pantallas digitales ha provocado un aumento de los problemas de refracción, además, desde edades más tempranas. Más que en el uso de las nuevas tecnologías, el problema reside en el número de horas que se dedica a estar en contacto con ellas. La Organización Mundial de la Salud ya advierte del abuso de móviles y tablets y anima a reducir el tiempo de contacto para no convertirlo en un hábito perjudicial para la salud.
Morgan dirigió un estudio en 12 escuelas de Guangzhou en China en el que se sumaron 45 minutos extra de actividades al aire libre en 952 alumnos. La investigación, publicada en The Journal of the American Medical Association, estableció que ese tiempo diario que los estudiantes pasaron al aire libre, redujo en tres años la incidencia de nuevos casos de miopía escolar. Los niños que no habían participado en el estudio tenían una prevalencia de miopía un 10% mayor que los que sí lo habían hecho.
Uno de cada dos niños españoles pasa menos de una hora al aire libre. Las nuevas tecnologías y la falta de tiempo son las principales causas de esta demoledora conclusión. Según los expertos esta situación provoca en los más pequeños una doble condena porque no sólo les priva de pasar tiempo al aire libre, sino que además, este hecho tiene efectos negativos en su visión.
Otras Alternativas para Combatir y Frenar la Miopía: Lentes Orto K
Además de reducir el tiempo de uso frente a las pantallas y aumentar el de exposición a la luz natural, existen otras alternativas que, no sólo corrigen la miopía, sino que ayudan a frenarla. Hablamos de la ortoqueratología o lentes Orto K. Un eficaz método de control de la miopía que consigue ralentizar su aumento en un 32-63%.
La ortoqueratología es el medio no invasivo más indicado para desacelerar la progresión de la miopía y otros defectos visuales en niños y niñas en edad escolar (Lipson, M.; Brooks, M. M. M.D.; Koffler, B. H. , 2018). Consiste en un tratamiento que moldea la córnea con unas lentillas que se utilizan exclusivamente por la noche y que permite eliminar el uso de gafas o lentillas durante el día.
Cuando se aplica este tipo de tratamiento en un ojo aún en desarrollo, el desenfoque periférico que genera el moldeo disminuye el estímulo para el crecimiento axial del ojo que conlleva el aumento de la miopía. Es decir, con el uso de lentes Orto K, se puede llegar o corregir o reducir el aumento de la miopía.
Estas lentes tienen una curvatura interior que está diseñada especialmente a medida para cada paciente. Al utilizarse durante las horas de sueño, la capa más externa del ojo se adapta suavemente a la forma de la lente. Este pequeño cambio de curvatura no causa ninguna sensación molesta diferente a la de una lentilla convencional, sin embargo, es suficiente para que el ojo se haya adaptado a ella y pueda tener una visión totalmente normal. Este efecto dura todo el día y va desapareciendo poco a poco.
La ortoqueratología está indicada para adultos y también para niños a partir de los seis años de edad ya que resulta muy práctico para poder disfrutar en libertad sin los inconvenientes de las gafas o las lentes de contacto tradicionales. Si quieres conocer más sobre las lentes Orto K o el testimonio de personas que han elegido esta alternativa para cuidar de su salud visual.
La luz natural es esencial para el desarrollo ocular de los niños. En 2008, la revista Ophthalmology concluyó en su estudio “Outdoor Activity Reduces the Prevalence of Myopia in Children” que la actividad al aire libre tiene un efecto protector en los ojos, reduciendo el riesgo de sufrir patologías. Incrementar el tiempo de ocio al aire libre, aumentar el número de aulas con luz natural y elegir alternativas para la salud visual como las lentes Orto K siempre que sea posible, son la mejor solución para combatir la miopía.